Erling Braut Haaland es el claro ejemplo de la transformación del futbolista actual. Rápido, fuerte, ágil y potente. Un estilo de juego que en el que la técnica brilla bajo una sólida base constituida por el físico. Y es que, a día de hoy, el entrenamiento físico de un futbolista es vital para conseguir llegar a la élite.

Cada vez se trabaja más la preparación física desde los primeros años de fútbol base. Por ello, entrenadores y preparadores físicos cobran importancia en los años de desarrollo y crecimiento de los jugadores, ya que una buena rutina de ejercicios puede hacer que un jugador sea más completo.

Por supuesto, el talento es el elemento más importante en todo el mundo del fútbol. Pero sin una buena preparación física, este talento nunca podrá marcar la diferencia.

¿Cuál es la preparación del entrenamiento físico de un futbolista?

Desde categorías inferiores, en los entrenamientos de fútbol se incluyen ejercicios que trabajan la parte física.

El más habitual, sin duda, es el de correr al inicio de la sesión en tandas largas y cortas, con el que entrenas la resistencia e incluso la velocidad si se incluyen sprints, El Test de Cooper o el Test de Course-Navette son muy efectivos para determinan en que grado de forma está cada jugador, ya que miden estos dos parámetros.

La fuerza también es una de las características a desarrollar. Ejercicios como flexiones, saltos o pesas proporcionan una resistencia ante los choques con los jugadores rivales. Los equipos profesionales cuentan con su propio gimnasio para también monitorizar esta característica.

Otras disciplinas, como la agilidad, flexibilidad y equilibrio son también diferenciales. Aquí entra también en juego la velocidad de reacción, algo que se puede entrenar compitiendo entre compañeros de equipo para evolucionar y mejorar registros.

Las lesiones, la gran amenaza

Hay jugadores más predispuestos a lesionarse, y seguro que recuerdas algún jugador al que le han puesto la etiqueta de ser “de cristal”. Entrenar el físico desde bien pequeños, de forma progresiva, puede ayudar a evitar lesiones musculares, ya que el cuerpo se acostumbra a todo tipo de ejercicios y se vuelve más elástico.

Sin embargo, en muchos casos es difícil evitarlo, puesto que la musculatura ya está predispuesta a sufrir más. Además, hay trabajar sobre una sobrecarga progresiva que permita a los deportistas mantener o aumentar su fuerza sin una fatiga excesiva.

Existen también cursos de prevención de lesiones en los que se puede aprender cómo minimizar el riesgo y sacar el máximo partido a una plantilla a lo largo de la temporada.